La llamada sociedad del espectáculo alude al desplazamiento de la intimidad –confinada tradicionalmente en el espacio privado– de los sujetos comunes y corrientes a la esfera de los mass media, como una forma distintiva de la personificación del sujeto en la sociedad contemporánea: sujetos que anhelan ser los protagonistas con sus propias historias e insertarse así en el escenario público, como los otros, los “famosos”.