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La Gorda
La Top Model
Los estándares de imitación están basados en figuras del show-business; modelos, artistas del mundo del cine y del entretenimiento y deportistas de élite. Éstos encarnan el modelo hegemónico de éxito en la sociedad, que conjuga imagen perfecta, reconocimiento social y riqueza material. De esta manera, si los modelos son delgados, la delgadez es la aspiración a imitar. Así la delgadez se ha convertido en un valor social de uso e intercambio, lo que por otra parte estigmatiza la obesidad, transformándola en sinónimo de fracaso.
Para Lipovetsky (1994) son “las revistas de moda, las publicidades y las grandes marcas las que estimularon la creación de nuevas identidades sociales en torno al consumo. [...] la juventud se fue gestando como una condición valorizada, producto de una sociedad que se empezaba a concentrar en el tiempo presente y en el consumo inmediato como forma de vida y lazo social. [...] los exigentes parámetros de belleza y juventud fueron transformándose en los nuevos dispositivos poniendo el acento tanto en el peso corporal como en las calorías de las comidas ingeridas. Las dietas y las rutinas de ejercicios físicos se volvieron los discursos normatizadores y funcionales a la creación de los estereotipos de la moda masiva (Entwistle, 2002)”.
“El espectáculo remunera generosamente, si bien de forma indirecta, la conformidad de la Jovencita”
«Deberíamos empezar a diseñar para personas, no para estereotipos», «una talla 46 no es una talla grande, sino una talla real»
Campaña para Calvin Klein (1992). Herb Ritts.